En Vela y de boleto

En el carro, aún medio dormida, me pasé la madrugada, desde las 3, ordenando documentos, anotando gastos, etc, pero no durmiendo.

Me dormí a las siete, por 40 minutos o menos y de nuevo, aquí estoy, rumbo a los trámites interminables que no se deben postergar, porque las mafias no descansan y las instituciones no caminan si no hay una gran presión detrás.

Creo que aún no lo puse, pero yo no sirvo para sobreentender, al menos no sin previo entrenamiento. Por ejemplo he aprendido que si te citas con alguien a las tres, puedes llegar media hora tarde y todos tranqui, porque de seguro también recién llegaron hace cinco minutos. Pero no sé cómo “arreglar” con una autoridad. Soy un cero y eso, en un sistema corrupto como lo es el capitalismo, puede ser un gran problema.

Retiro el puede, es un gran problema, a secas. Esos señores que se metieron falsificando documentos, compraron a varios sin ningún remordimiento o vergüenza. Y mientras, yo aquí, con mi paz perdida, sintiéndome asustada y pasando menos tiempo del que desearía con mi niño.